El pollo al ajillo es un plato clásico y delicioso de la cocina española, uno de los más populares y sencillos de preparar. Esta receta es perfecta para aquellos que desean disfrutar de la comida española sin complicarse demasiado.
El primer paso para preparar el pollo al ajillo es preparar los ingredientes. Necesitarás una buena cantidad de ajo, aceite de oliva virgen extra, vino blanco, sal y pimienta, una cucharada de perejil fresco picado y una lata de tomates naturales.
Una vez que tengas todos los ingredientes listos, corta el pollo en trozos pequeños, de unos cinco centímetros de diámetro. Luego, salpimenta los trozos de pollo y ponlos a marinar con el vino blanco durante media hora.
Mientras el pollo se marina, es el momento de preparar el ajillo. Para ello, pica finamente el ajo y sofríelo en una sartén con aceite de oliva. Cuando el ajo esté bien pochado, añade los tomates naturales y deja que se cocinen a fuego lento durante cinco minutos.
Una vez que los tomates estén listos, añade los trozos de pollo y saltea durante unos diez minutos a fuego medio. Añade un poco de vino blanco para que el pollo se haga a fuego lento y se ablande.
Por último, añade el perejil fresco picado y deja que el pollo se cocine durante otros diez minutos. Cuando el pollo esté bien hecho, apaga el fuego y sirve el plato caliente.
El pollo al ajillo es un plato delicioso, fácil de preparar y lleno de sabor. Combinando el ajo, el vino blanco y los tomates con el pollo, se obtiene un plato sabroso y con mucho sabor. ¡Es una receta perfecta para compartir con amigos y familiares!
