Los pestiños son una delicia típica de la cocina española y latinoamericana. Estos deliciosos dulces se hacen con harina, manteca, sal, agua, aceite de oliva y una pizca de anís. El resultado es una masa jugosa y dulce que se frita en aceite caliente hasta dorarse. Los pestiños son uno de los dulces más populares y sabrosos de la cultura española, y son una excelente opción para acompañar una taza de café o una copa de vino.
Para comenzar a preparar los pestiños, en primer lugar se mezclan la harina, la manteca, la sal y el agua. Esta mezcla se debe amasar hasta lograr una masa compacta y homogénea. Una vez que se ha obtenido la masa, se debe dejar reposar durante unos minutos para que esta se relaje y sea más fácil de trabajar.
Una vez que la masa está lista, se puede empezar a preparar los pestiños. Se toma una porción de la masa y se estira con las manos hasta obtener una cuerda delgada. Esta cuerda se debe enrollar formando un círculo y se debe unir los extremos para formar el clásico anillo de los pestiños. Después de formar los anillos, se debe dejar reposar la masa durante unos minutos para que esta se seque un poco y sea más fácil de freír.
Una vez que los anillos están listos, se procede a freír los pestiños en abundante aceite caliente. Los pestiños se dejan freír durante unos minutos hasta que estos adquieran un color dorado y crujiente. Una vez que los pestiños están listos, se retiran del fuego y se colocan sobre una servilleta de papel para absorber el exceso de aceite.
Los pestiños, una vez preparados, se deben servir aún calientes y con una pizca de anís para potenciar su sabor. Estos dulces son ideales para disfrutar acompañados de una taza de café o una copa de vino, y son una excelente opción para añadir sabor y sabor a una comida.