Las berenjenas en vinagre son un clásico de la cocina mediterránea, con sabor ahumado y dulce. Esta receta es fácil de hacer, y los ingredientes pueden variarse según los gustos. Los resultados son una deliciosa guarnición o acompañamiento para carnes, quesos, ensaladas, panes y mucho más.
Para hacer berenjenas en vinagre, comienza por lavar y secar cuidadosamente dos berenjenas medianas. Retira los extremos y córtalas en rodajas de unos 5 milímetros de grosor. Ponlas en un recipiente y cubre con una mezcla de sal y agua fría. Dejar reposar durante una hora, para que las berenjenas suelten un líquido amargo. Después, escurre bien y sécalas con un paño limpio.
Ahora, pon a calentar una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, añade las berenjenas y fríelas a fuego medio hasta que estén doradas por ambos lados. Luego, retíralas de la sartén y deja enfriar.
Para preparar el vinagre, pon a calentar una cazuela con un litro de vinagre de vino blanco y una cucharada de sal. Agrega también una media cucharadita de azúcar moreno, una cucharada de alcaparras, una cucharada de aceitunas, un ramito de tomillo fresco, una pizca de pimienta negra y una cucharada de mostaza en grano. Deja cocer a fuego medio durante alrededor de diez minutos.
Una vez el vinagre esté listo, añade las berenjenas y deja hervir a fuego bajo durante unos cinco minutos. Después, retira del fuego y deja enfriar. Finalmente, vierte el contenido de la cazuela en un frasco hermético y conserva en la nevera durante al menos una semana antes de servir.
Las berenjenas en vinagre son una deliciosa guarnición para muchos platos. Son sencillas de preparar, y se pueden conservar durante varias semanas si se conservan en un frasco hermético. ¡Prueba esta receta y descubre por qué es un auténtico clásico!